8.5.17
Espejos
La Inquisición en tiempos de Stalin
Isaac Babel era un escritor prohibido. Él explicaba:
—Es que he inventado un género nuevo: el silencio.
En 1939, fue preso.
Al año siguiente, fue juzgado.
El juicio duró veinte minutos.
Confesó que había escrito libros en los que su visión pequeño-burguesa distorsionaba la realidad revolucionaria.
Confesó que había cometido crímenes contra el Estado soviético.
Confesó que había hablado con espías extranjeros.
Confesó que en sus viajes al exterior había tenido contactos con trotskistas.
Confesó que estaba enterado de un complot para asesinar al camarada Stalin, y no lo había denunciado.
Confesó que se había sentido atraído por los enemigos de la patria.
Confesó que era falso todo lo que había confesado.
Lo fusilaron en la noche de ese día.
Su mujer se enteró quince años después.
Eduardo Galeano - Espejos. Una historia casi universal
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